La traducción es una tarea que va más allá de cambiar palabras de un idioma a otro. Requiere precisión, comprensión cultural y atención al contexto. Sin embargo, es común cometer errores que pueden afectar el significado, la claridad e incluso la credibilidad de un texto. Tanto traductores principiantes como experimentados deben estar atentos a estos fallos para garantizar un resultado de calidad.

En este artículo, analizamos los errores más frecuentes en la traducción y ofrecemos consejos para evitarlos.

 

1. Traducción literal sin adaptación cultural

Uno de los errores más comunes es la traducción palabra por palabra sin considerar el contexto o las diferencias culturales. Expresiones idiomáticas, refranes y juegos de palabras pueden perder completamente su sentido si se traducen de manera literal.

Ejemplo:

  • errores de traducciónEn inglés, “It’s raining cats and dogs” significa “Está lloviendo a cántaros”. Una traducción literal como “Está lloviendo gatos y perros” no tiene sentido en español.

¿Cómo evitarlo?

  • Comprender el significado real de la expresión y encontrar un equivalente en el idioma de destino.
  • Investigar el contexto cultural para asegurar que el mensaje se adapte adecuadamente.

 

2. Uso incorrecto de falsos amigos

Los falsos amigos son palabras que se parecen en dos idiomas, pero tienen significados diferentes. Confiar en ellos sin verificar su significado real puede llevar a traducciones erróneas.

Ejemplo:

  • En inglés, “embarrassed” significa “avergonzado”, pero suena parecido a “embarazada” en español, lo que puede generar confusión.

¿Cómo evitarlo?

  • Consultar siempre un diccionario o una fuente confiable antes de asumir el significado de una palabra.
  • Familiarizarse con los falsos amigos más comunes en el par de idiomas con los que se trabaja.

 

3. Omitir o añadir información

En una traducción, omitir una palabra o agregar información no presente en el texto original puede cambiar completamente el mensaje.

Ejemplo:

  • Si en un contrato legal se omite la palabra “no” en una cláusula importante, el significado cambia por completo, lo que puede tener consecuencias legales graves.

¿Cómo evitarlo?

  • Revisar la traducción varias veces para asegurarse de que no haya omisiones ni adiciones innecesarias.
  • Mantenerse fiel al texto original sin modificar su contenido.

 

4. Falta de coherencia terminológica

En documentos técnicos, legales o médicos, es crucial mantener coherencia en la terminología utilizada. Cambiar un término a lo largo del texto puede generar confusión.

Ejemplo:

  • En un manual técnico, usar “pieza” en un párrafo y “componente” en otro puede causar dudas sobre si se refieren al mismo elemento.

¿Cómo evitarlo?

  • Usar glosarios específicos para cada campo de especialización.
  • Apoyarse en herramientas de traducción asistida que ayuden a mantener la uniformidad terminológica.

 

5. Ignorar el tono y estilo del texto original

Cada texto tiene un tono y estilo específico que deben respetarse en la traducción. Un documento formal no debe traducirse con un lenguaje coloquial, y viceversa.

Ejemplo:

  • Un discurso académico debe mantener un tono serio y preciso, mientras que una campaña publicitaria puede requerir un tono más cercano y creativo.

¿Cómo evitarlo?

  • Leer el texto original con atención para identificar su tono y público objetivo.
  • Adaptar la traducción sin perder la intención del autor.

 

6. No revisar la ortografía y gramática

Un error tipográfico o gramatical puede afectar la credibilidad de una traducción. A veces, los traductores se enfocan tanto en el significado que descuidan estos detalles.

Ejemplo:

  • Confundir “tú” con “tu” o “haber” con “a ver” puede generar errores que cambian el sentido de la oración.

¿Cómo evitarlo?

  • Usar herramientas de corrección ortográfica y gramatical.
  • Leer la traducción en voz alta para detectar errores.
  • Pedir a otra persona que revise el texto.

 

7. No tener en cuenta el formato y estructura del documento

Algunos textos, como contratos, informes o manuales, requieren mantener una estructura específica. Si la traducción altera la disposición del contenido, puede causar problemas de comprensión.

Ejemplo:

  • Un manual de instrucciones debe seguir el mismo formato que el original para que los usuarios lo sigan fácilmente.

¿Cómo evitarlo?

  • Respetar la organización del texto original.
  • Usar herramientas de edición que permitan mantener el formato adecuado.

 

8. No consultar con expertos o nativos

Cuando se traduce un texto especializado, es recomendable consultar con un experto en el tema o con hablantes nativos del idioma de destino para asegurar precisión.

Ejemplo:

  • En traducciones médicas, un error en la interpretación de un término puede afectar el diagnóstico o tratamiento de un paciente.

¿Cómo evitarlo?

  • Consultar fuentes confiables en el campo específico.
  • Pedir a un hablante nativo que revise la traducción para verificar su fluidez y naturalidad.

 

Conclusión

La traducción es un proceso que requiere atención al detalle, conocimientos lingüísticos y comprensión del contexto. Evitar estos errores comunes puede marcar la diferencia entre una traducción mediocre y una profesional. Al seguir buenas prácticas como el uso de glosarios, la revisión exhaustiva y la adaptación cultural, es posible lograr traducciones precisas y efectivas que transmitan el mensaje original sin distorsiones. Al final, la mejor manera de evitar estos errores es contratando los servicios de una empresa profesional como Max Traducciones.